Imágenes de la frase célebre

Las horas de niño son eternas. Las horas de hombre, en cambio, caen del cielo como la lluvia y no hay nada que pueda uno hacer para detenerlas. Las horas de viejo son aún más rápidas, te atraviesan a la velocidad de la luz. Se va un día en un pestañeo.

Ver más frases de Ray Loriga

Más frases célebres:

Enlaces de Interés

Conecta con nosotros

Sitios web amigos

  • ¡Tu sitio web aquí!